- Año: 2009
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Fotografías:Rebecca Wilson
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La ciudad de Tijuana está en constante aceleración, ya que mantiene el ritmo de las personas que se apresuran en acercarse con creciente intensidad. La ciudad se presenta como un contraste respecto de este Centro de Estudios cubierto en madera envejecida.
La fachada no tiene señales ni indicios de lo ocurre dentro del edificio, sino que por el contrario, invita al visitante curioso a encontrar por sí mismo una plaza donde el agua se vierte lentamente en una piscina, llamando a los rayos del sol a bailar en su superficie. La luz se refleja en los muros de concreto con una textura de imperfección, característica del paso del tiempo.
El viaje continúa hacia un pasillo bastante estrecho, para una sola persona. Esto crea una coincidencia en la paleta del edificio: la luz que cae sobre los muros de hormigón, el silencio que inunda el vestíbulo con misterio, y el cielo enmarcado por los distintos volúmenes.
Este recorrer da la vuelta y conduce hacia un cuerpo de agua permanente y un jardín hundido. De repente, las burbujas de agua, salpican en los bordes y en segundos se vuelven nuevamente. Aquí el tiempo parece detenerse mientras la ciudad sigue creciendo. Al lado de esta zona se encuentra una sala amplia con un archivo de libros. Los tabiques de vidrio se abren e invitan al exterior para compartir en este espacio.
Las luces viajan a través del jardín y encuentran una abertura entre dos muros, en donde un paso se presenta y ofrece su superficie para las pisadas. Doblando en la esquina, los pasos conducen hacia un espacio desconocido, más oscuro que el resto, que recoge al visitante hasta que la pared de abre a un techo-jardín. Se puede disfrutar de vegetación nativa como la grava, que ofrece un camino hacia la terraza, rodeada por romeros.
EL día termina cuando uno se refugia en una habitación similar a la cámara de un monje. Con poco más que una superficie de un escritorio y un espacio para los libros, el refugio privado permite esperar el día siguiente de introspección y reflexión.